Patria, Minerva y María Teresa, así se llamaban las hermanas, nacieron y crecieron en el seno de una
familia rural acomodada en el paraje de Ojo de Agua, en Salcedo, el municipio
más importante de la provincia que se rebautizó más tarde, y en honor a ellas,
con el nombre de Hermanas Mirabal.
Estas mujeres, que habían mostrado un interés muy temprano por los
estudios, dedicaron gran parte de su corta vida a luchar por la libertad política
de su país, oponiéndose firmemente a una de las tiranías más opresoras y duras
que tenía Latinoamérica: la de Rafael Leónidas Trujillo, conocido también como
«El Jefe», «El Generalísimo», «El Chivo» o «El Chapita», por su afición
desmedida por las condecoraciones. Trujillo, conocido también como «El Jefe», «El Generalísimo», «El Chivo» o
«El Chapita», por su afición desmedida por las condecoraciones.